Como si se tratara de la necesidad innegable de impresionar en una entrevista de trabajo, también es astuto destacar tu posición al decir adiós a un trabajo. No solo se trata de lo que dices en ese momento, sino también de cómo lo haces.
Las emociones que se desatan al tomar la decisión de renunciar son diversas y van desde la sensación de alivio hasta el temor de lamentar la elección. No obstante, existen pautas claras a seguir cuando decides dar ese salto:
Cómo renunciar, un adiós profesional
1. Háblale primero a tu jefe:
Cuando comunicas algo tan importante, nadie debería interponerse entre tu mensaje y tu jefe. Tienes que tener el control sobre cómo recibirá tu jefe la noticia. Si el cara a cara no es opción, coordina una video llamada o simplemente toma el teléfono y plantéaselo directamente. El correo electrónico es la última opción, pero a veces las circunstancias lo demandan.
Asegúrate de tener claro lo que dirás, incluso si te vas en buenos términos, la conversación puede volverse un poco extraña. No querrás trabarte en las palabras. Sé firme en tu decisión y prepárate para responder cualquier pregunta extravagante que tu jefe pueda realizar. ¿Cómo responder a una contraoferta? ¿Y si tu jefe quiere reconsiderar la situación en unos días? ¿Qué hacer si la situación se vuelve emotiva? Esto último puede pasar, especialmente si eres parte del equipo o tienes una relación cercana.
Mantén la reunión en un tono profesional y, sobre todo, evita mencionar tus quejas sobre el trabajo. Aunque la idea de una salida dramática puede parecer tentadora, ser creativo al renunciar no es la mejor idea.
2. Deja constancia por escrito:
Después haber anunciado la renuncia, no está de más enviar la información por escrito. Una carta de renuncia asegura que no haya confusiones sobre la fecha y el tiempo de salida. Algunas empresas archivan la carta en el expediente de Recursos Humanos como el documento final.
3. Tu carta de renuncia debe ser breve y contener:
La fecha de tu último día de trabajo, respetando el período de preaviso estándar de al menos dos semanas.
Una explicación breve sobre por qué estás renunciando, sin entrar en detalles negativos.
Algunas palabras de agradecimiento para mostrar un poco de amor a la empresa que fue tu compañera de travesía.
4. Concluye tus últimos días de manera profesional:
Los últimos días no son para desanimarse. Sal con buena vibra, comparte información útil sobre tus proyectos y clientes con tus compañeros, y documenta cualquier proceso que pueda hacer la transición más suave.
Saber cómo renunciar con respeto, incluso si la experiencia no fue grata, te permite mantener relaciones y cuidar tus referencias laborales. Una actitud positiva puede incluso dejar la puerta abierta para volver a tu antiguo empleo por si es que surge algo interesante en el futuro."